No women’s land.

De Camilla Panhard

«¡Los salvadoreños no permiten que sus ciudadanos sean tratados como delincuentes! ¡Los colombianos reclaman sus derechos en alto y fuerte! ¡Pero los hondureños no dicen jamás nada, se sienten culpables!» (Como una voz de desesperación)

Camila Panhard periodista francesa nos cuenta su recorrido por América del Centro y Norte, en busca de testimonios de migrantes hondureños, nicaragüenses y entre otras nacionalidades. Panhard nos cuenta estos testimonios en siete capítulos. Y cómo México se vuelve el camino para el sueño americano: EE. UU y Canadá. También, nos muestra el nivel de corrupción que existe entre los policías y los carteles.


Ir al otro lado del charco, no es siempre la mejor solución a los problemas, pero muchas veces es la única solución. Dentro de esta travesía, hay espacios neutros que alejan a los migrantes del campo de batalla entre los carteles y la policía. Estos espacios son dirigidos por voluntarios, muchas veces por la Iglesia Católica. Esta se encarga de dar una mano a los viajeros ilegales. No se les puede hacer cambiar de plan, pero al menos se les brinda un albergue momentáneo.


En estos recorridos, hay historias tan frías y escalofriantes sobre el tráfico de las mujeres. Mujeres que se escapan de la delincuencia de sus países y corren hacia las fronteras, en busca de una mejor vida. Muchas veces recorren caminos sin salida. En esta travesía pierden muchas cosas como la libertad y la vida.


Igualmente, Panhard señala que no es necesario cruzar las fronteras, para ver la violencia. El caso de Diana Castañeda Fuentes de 14 años, quien fue secuestrada cerca de las líneas ferroviales, sobre el puente Texcoco-Lechería. Su madre dice:


«no es necesario cruzar la frontera para arriesgar su vida! ¡Me la secuestraron a 200 metros de mi casa! ¡Esos policías de mierda que continúan diciendo que va a regresar! ¡Ella se ha fugado a Acapulco con su enamorado!


Nuestra periodista comparte entre líneas que esta investigación no fue nada fácil. Muchas veces en su ingenuidad, se encontraba dando consejos a quien ella creía ser un simple viajero (a) y que, en realidad, era un coyote (contrabandista), « passeur ».


América está llena de gente super chévere, pero hay una realidad latiente que no podemos callar.

Llamada Perdida, por Gabriela Wiener.

Hoy luego de un tiempo, vuelvo a encontrar un libro, que despiertas emociones intensas. Con Llamada perdida, vamos a ser íntimos de las experiencias extremas de Gabriela Wiener.
El libro está dividido en cinco partes, la primera parte no bajo el nombre de Introducción sino como Advertencia: vamos a leer momentos sin filtros. Estamos frente a una realidad y no de ficción, frente a un mundo sin prejuicios.
Gabriela Wiener cuenta sus conflictos personales. Su vida entre Lima, Barcelona y Madrid. Nos lleva a romper los clichés de las mujeres, o simplemente del ser humano: con nuestras necesidades, defectos y curiosidades.
Pone las palabras justas a esas ideas que nos traviesan por la menta, como:
«para el viajero, el pasaporte es como la piel, cada viaje es una marca, una herida, una arruga, una historia que contar […] Para el migrante, en cambio, el pasaporte es eso que mira la policía sin una pizca de simpatía.»
Todos vuelven, la última parte de Llamada perdida, se nos presenta en forma de historieta. Y de una forma de ficción, nos presenta una pregunta que muchos extranjeros se hacen alguna vez o varias veces: ¿alguna vez volveré (emos)? …. Lima panza de burro, Lima gris.
Nuestra autora nos presenta una forma y un contenido innovador. Salimos de nuestro confort de lectura. Wiener saca todos los trapos al aire.

¡Disfruten la lectura!